Las cadenas bovina, avícola y porcina combinadas generan cerca del 30% del Valor Bruto de Producción de las cadenas agroalimentarias en Argentina, y aportan el 23% de su Valor Agregado. Presentes en las 23 provincias, emplean a más de 400 mil personas.
Por sus características específicas, el sector ganadero muestra ciclos en donde los stocks y los niveles de faena van evolucionando, afectando los niveles de oferta. Repasamos la evolución de las principales variables en lo que va del nuevo milenio.
Los mercados concentradores cumplen un rol mayor a la simple conexión entre la oferta y la demanda. La transparencia y la seguridad dentro de las transacciones, así como la información del sector son factores esenciales para el desempeño productivo.
La exportación de carne bovina argentina en 2020 fue las más alta en la historia, traccionada por la demanda de China. Los despachos de carne porcina también alcanzaron un récord, multiplicando su volumen por 10 en la última década.
En el 2019 se perdieron 117 M de cerdos en China debido a la Peste Porcina Africana. Con ello, la demanda de importación del gigante asiático ganó dinamismo y Argentina jugó un rol clave como proveedor, perfilándose perspectivas favorables de cara al 2030.
En los últimos años, el consumo de carne vacuna se ha visto desplazado por otras fuentes de proteína animal en la dieta de los argentinos. El consumo de carne de pollo y cerdo se halla en franca expansión, amenazando con destronar a la vaca en el futuro.