Commodities

La soja volvió a los $2.000/ton

Emilce Terré

Pese a la baja del viernes, la Cámara Arbitral de Cereales rosarina fijó para las operaciones del jueves un precio Pizarra de referencia de $ 2.004/ton, cuando la última vez que la oleaginosa había quebrado la barrera de los dos mil pesos fue a mediados de diciembre del 2012. Sin embargo, al cierre de la semana la fuerte caída de las cotizaciones en el mercado de Chicago dejó el valor de referencia local en $ 1.987/ton.

La suba durante la semana se sustentó en la necesidad de mercadería por parte de fábricas y exportadores, que enfrentados a la reticencia de los vendedores a cerrar negocios se vieron obligados a convalidar los mayores precios. Con esta suba, la actividad en el recinto mostró mayor dinamismo luego de un período de escasas negociaciones.

Sobre los datos informados por el Ministerio de Agricultura, se puede estimar que al 2 de octubre se habría comprado el 74% de la cosecha 2012/13, por debajo aún del 87% de la campaña anterior y del 83% promedio de las últimas cinco. Además, aún resta ponerle precio a casi el 30% de las 48,3 millones ton producidas según estimaciones de GEA, cuando a esta altura del año pasado ese porcentaje no alcanzaba el 20%.

En lo que respecta a la soja nueva, en cambio, las negociaciones siguen muy retrasadas en relación a años anteriores, mientras que la reticencia a fijar hoy el valor del poroto se hace aún más evidente. Para principios de octubre, el Ministerio de Agricultura ha reportado compras totales de la campaña 2013/14 por 1 millón ton, cuando tanto en la campaña pasada como en el promedio de las últimas cinco el volumen superaba los 3 millones.

Además, el porcentaje de dichas compras que se ha realizado sin precio en firme (86%) es el más alto de los registros, tal como muestra el gráfico de tapa. En la campaña anterior, el 35% de los negocios se habían hecho a fijar, mientras que el promedio de las últimas cinco campañas era del 47%. Esta demora en la decisión de cerrar el valor de las operaciones se sustenta en las previsiones de los vendedores que, o bien las cotizaciones se moverán a la suba, o bien el aumento del tipo de cambio compensará el efecto precio.

Mientras tanto, las previsiones para la producción resultan de momento optimistas. No hay señales a la fecha de un evento Niña que retacee el agua, mientras que se espera que el área sembrada aumente ya que a los mejores márgenes brutos de explotación respecto del maíz se le han sumado en las últimas semanas las desfavorables condiciones climáticas que impidieron el normal desarrollo de las labores de implantación. Según estimaciones propias en base al circuito comercial e información histórica, el área implantada podría alcanzar un récord, ascendiendo a 20,3 millones ha.

En Brasil, mientras tanto, también se espera una siembra récord. Según la agencia estatal Conab, el país sería capaz de levantar entre 87,6 y 89,7 millones ton en la campaña 2013/14, cuando la cosecha anterior fue de 81,3 millones.

Por otro lado, Safras & Mercado ha reportado que las ventas anticipadas de soja nueva brasileña ascienden al 32% de una producción que estima en 88,17 millones ton, con un notable avance en el último mes ante la combinación de la mejora relativa en los precios y la depreciación del real. Sin embargo, a esta misma altura del año anterior las ventas de la nueva cosecha alcanzaban el 45% de la cosecha prevista.

En el mercado de Chicago, la soja ha cerrado el viernes a u$s 465,46/ton con una caída semanal del 2,2%. La oleaginosa se encuentra presionada por el ingreso de la nueva cosecha norteamericana al mercado y algunos reportes de rindes mejores a lo que se esperaba previamente.

De cualquier modo, lo que más ha hecho ruido esta semana en el mercado internacional ha sido el cierre parcial de la administración pública estadounidense, ante la falta de acuerdo en el Congreso norteamericano por el Presupuesto 2014. En lo que respecta a las consecuencias para el mercado de granos, desde el martes de la semana pasada el USDA ha suspendido la mayor parte de las actividades, retrasando la publicación del informe mensual de estimaciones de oferta y demanda prevista para hoy.

Tampoco se dieron a conocer en las últimas dos semanas los reportes de exportaciones semanales, ni las alertas que emite el Departamento de Agricultura toda vez que exportadores estadounidenses contratan una venta al exterior de más de 100.000 toneladas. Ante este panorama, y considerando que el diferencial entre los precios de los granos estadounidenses (presionados por el avance de la cosecha) y las cotizaciones domésticas en China (impulsadas por la fortaleza de la demanda interna) ha ido en aumento en las últimas semanas, algunos analistas sugieren que éste importador clave podría haber aprovechado para realizar compras sin un inmediato reflejo en los precios. Hasta tanto no finalice el shutdown del gobierno estadounidense, no podrá saberse qué ha sucedido con las exportaciones americanas ni si el USDA finalmente ratifica o rectifica las expectativas de los operadores en términos de la oferta y demanda global de granos. Con ello, el efecto sobre los precios una vez que este cúmulo de información salga a la luz podría ser notable, aumentando la incertidumbre (ergo, la volatilidad) en el mercado.